Desquiciados ante la derrota - Cafecito #22

http://www.elnuevoherald.com/2012/09/03/1292324/hugo-chavez-si-oposicion-gana.html
@Diego_Arria
Hugo Chávez ante su derrota amenaza con una masacre
Pretende convertir a La Fuerza Armada en corresponsable de una acción criminal
A pocos días del siete de octubre; en conocimiento de los más recientes estudios de
opinión independientes, en conciencia de su propio estado de salud y ante la evidencia del
inminente triunfo de la candidatura presidencial de los factores democráticos que representa
Henrique Capriles Radonski, el candidato a la relección, Hugo Chávez, amenaza al pueblo
venezolano con una masacre.
Chávez no necesita utilizar el término masacre. Cuando señala que al concretarse el triunfo
de Capriles se desataría una guerra civil; claramente promueve una masacre al incendiar los
ánimos de sus seguidores más fanatizados.
Chávez sabe perfectamente que para que exista una guerra civil deben existir, al menos, dos
bandos armados; lo cual no es el caso en Venezuela.
Las armas las tiene Chávez, su franquicia militar en manos de una cúpula vergonzosa y
los diferentes grupos irregulares que surgieron bajo su auspicio. Llamar guerra civil a
esta reacción fratricida y desquiciada de Chávez es esconder lo que realmente sería: una
masacre.
Chávez, a pocos días de su derrota, prepara a sus seguidores más radicales para desconocer
un resultado electoral inevitable.
Si Chávez creyera que tiene más de veinte puntos de ventaja sobre Capriles y que su
victoria del 7 de octubre es irreversible, no promovería, con su discurso incendiario y
grosero, el fantasma de una masacre que falsa y cobardemente él llama guerra civil.
¿A qué estamos enfrentados los venezolanos? A un Jefe de Estado en proceso de desquicio
acelerado, como lo confirma el hecho de promover una matanza, con el mismo ímpetu con
el que ha promovido durante catorce años el odio y la violencia. Nunca antes, en América
Latina los mandatarios han amenazado a sus ciudadanos.
En el mundo, solo Hitler al amenazar a los judíos, Milosevic a los musulmanes o Gadafi a
sus opositores se atrevieron a algo semejante a lo que nos ocurre aquí.
El mundo ha oído claramente lo que pretende Chávez y por qué lo pretende, de igual modo,
deben haberlo oído los integrantes de la Fuerza Armada que no pueden pasar por alto
semejante amenaza, porque serían ellos, según Chávez, los encargados de ejecutarla.
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